Investigaciones de la Policía Nacional sobre el incendio de la mueblería JYSK en Manacor del jueves apuntan a aparentes deficiencias en los sistemas de protección contra incendios tanto en la tienda como en el complejo comercial.
Fuentes cercanas al caso aseguran que sólo hubo una entrada de agua contra incendios en el complejo y que el caudal de agua era un tercio de lo habitual en estos sitios. Además, el sistema aparentemente no era compatible con las mangueras de los Bomberos de Mallorca, que están homologadas por la normativa europea.
La policía apunta, por tanto, que los bomberos perdieron un tiempo importante para poder atajar el fuego. En la tienda misma, se dice, el sistema de extinción carecía presión suficiente.
El fuego, que se inició alrededor de las 16:00 horas, estaba controlado a las 18:30 horas. La tienda quedó más o menos totalmente destruida, mientras otras cinco tiendas fueron afectados.
Todo indica que el incendio, que se originó en un área de almacenamiento, fue accidental. Los testigos dicen que escucharon dos grandes explosiones. Los bomberos de varias estaciones de Mallorca tuvieron que ser llamados para sofocar el incendio.