Hace una década una temporada récord habría sido celebrada por todos. En estos días es aclamado por una mayoría pero no por todos. El joven miembro de la coalición del gobierno balear, Mes, que está demostrando ser una espina en el costado de los socialistas gobernantes, pidió un aumento masivo en el impuesto turístico. También dijeron que debería recogerse en puertos y aeropuertos en lugar de hoteles y complejos de apartamentos. También pidieron al Govern balear que dejara de asistir a las grandes ferias turísticas porque ya no hacía falta promocionar las islas. Además, un grupo de protección ambiental dijo que los residentes locales deben tener prioridad sobre los turistas visitantes en playas llenas de gente.
También pidieron un freno al número de turistas. De acuerdo, estamos hablando de una pequeña minoría, pero son bastante vocales y están transmitiendo su mensaje. La línea oficial es que todos los turistas son bienvenidos, pero extraoficialmente, las autoridades locales temen un aumento masivo del turismo porque podría causar una reacción violenta a nivel local. Los turistas no deben preocuparse. Al final del día, el problema es “demasiados turistas” en lugar de “ningún turista” pero lo que sí está claro es que Mallorca está diciendo basta. Puedo ver ambos puntos de vista. Sí, Mallorca está abarrotada durante los meses de verano, pero al mismo tiempo valoro el hecho de que el turismo sea nuestro sustento.
