El lunes, una conferencia en Palma trató uno de los temas principales, si no el principal, al que se enfrentan Mallorca y Baleares: la vivienda. El título de la conferencia fue Vivienda en Baleares: Problemas, Causas y Soluciones. Asistieron representantes de diferentes elementos del mercado inmobiliario: arquitectos, constructores, desarrolladores, agentes inmobiliarios. No hubo políticos, pero el mensaje fue político en la medida en que hubo acuerdo en que los gobiernos deben adoptar una política de largo plazo, en lugar de emitir “decretos”, y emprender la reforma estructural del actual modelo de vivienda independientemente del color de los partidos políticos.
La falta de vivienda protegida, la inseguridad jurídica, las limitaciones normativas; estos fueron identificados como obstáculos que deben ser abordados por el político clase.
Luis Martín, presidente de la asociación de desarrolladores Proinba, observó que “tenemos legislación muy confusa y por el que se ha retirado suelo urbanizable del mercado en un territorio ya muy limitado”. “No hay que ser economista para saber que los precios van a subir por esto”.
Martín se centró en la necesidad de revisar la normativa sobre densidad habitacional y así poder tener edificios mas altos. “La altura no nos tiene que asustar. En la finca de Llevant (en Palma), por ejemplo, podría haber ocho plantas en lugar de seis”. Instó a la acción lo antes posible para “derribar los muros regulatorios”. “Al final, es algo que se acabará haciendo porque no habrá otra opción”.
Joan Cerdà, del Colegio de Arquitectos de Baleares, reconoció que el problema de la vivienda es un problema de todo el Estado español y de toda Europa. Coincidió con Martín en que los edificios más altos pueden ofrecer una solución, pero señaló que la gente se preocupa “porque tiende a pensar en Manhattan”. Abogó por la transferencia de tierras para vivienda social. “Hay que usar bien el urbanismo. Mal usado, es un mecanismo que hace mucho daño”.
La directora general de la asociación de constructores, Sandra Verger, dijo: “No estamos construyendo lo suficiente y esto ha puesto presión sobre el mercado de segunda mano y sobre precios de alquilerAgilizar los trámites urbanísticos, ha subrayado, es otra cosa que deben abordar las administraciones.
José Miguel Artieda, del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, pidió “medidas directas y eficaces” y criticó la ausencia de un sistema verdaderamente eficaz estructura de planificación pública. “Tenemos una Mesa de la Vivienda inexistente y un Observatorio de la Vivienda igualmente inexistente”. Destacó la importancia de contar con datos estadísticos duros “al menos cada cuatro años” respecto de, por ejemplo, el número de viviendas vacías en cada municipio.