El mes pasado, el Ministerio de Transportes de España lanzó a consulta pública el proyecto de privatización de siete torres de control de tráfico aéreo, además de las doce que ya han sido privatizadas. Aeropuerto de Palma Son Sant Joan es uno de los siete. Es el tercero más rentable después de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat ya que Palma es el tercer aeropuerto más transitado de España.
Este privatización ya está atrayendo el interés de operadores extranjeros – DFS de Alemania y Enav de Italia. DFS es propiedad total del gobierno alemán, mientras que el gobierno italiano conserva una participación mayoritaria en Enav.
El Ministerio de Transportes tiene dieciocho meses para finalizar el proceso de privatización, pero su plan ha encontrado una oposición considerable en Mallorca. El portavoz del Gobierno balear, Iago Negueruela, ha anunciado este lunes que se han presentado alegatos contra la privatización de la torre de control de Palma. “Hemos presentado propuestas para mantenimiento de la gestión públicaLas empresas del sector turístico en Mallorca también se oponen alegando que el aeropuerto es fundamental para la actividad económica.
Un factor de la oposición del gobierno es el antiguo deseo de cogestión de Palma y los otros dos aeropuertos de Baleares. Esta ha sido una aspiración de los partidos políticos tanto de izquierda como de derecha. La privatización de la torre de control se ve como un obstáculo más para esta cogestión, algo que ya es problemático por el 49% de participación privada en la Aena autoridad aeroportuaria.