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“La caída de las acciones de Deutsche Bank reaviva los temores entre los inversores”. Este fue el titular de la BBC cuando todo se tornó evidente. Además, se sumó al conjunto de acontecimientos cada vez más preocupantes que afectaron al sistema bancario global durante las últimas semanas: otra señal de que podríamos estar en los inicios de la Gran Crisis Financiera 2.0, con la diferencia de que esta vez ya conocemos el guión, dado que los principales bancos comerciales son demasiado grandes para colapsar y los gobiernos los rescatarán.

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Peter McCormack es el creador y presentador del podcast What Bitcoin Did y el presidente de Real Bedford FC.

Que la deuda del gobierno de Estados Unidos se encuentre en niveles insostenibles no es relevante, y sabemos que este es el tipo de problemas que los políticos están dispuestos a patear para más adelante. El objetivo central de hoy en día para los políticos es, como siempre, mantener la confianza de los votantes y, por ende, el poder. El juego entre las subidas de tasas para protegerse contra la inflación y el programa de expansión cuantitativa de la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) para proteger a los bancos no se diseñaron para resolver el principal problema sistemático de Estados Unidos: los gastos exceden significativamente a los ingresos. En su lugar, parece que la Fed y el Tesoro de Estados Unidos están trabajando de más para proteger la posición del dólar como moneda de reserva mundial.

El problema es que estos vendajes no son estériles y llevan consigo la amenaza de la hiperinflación. Como resultado, el sistema económico mundial parece estar inclinado hacia una corrección histórica en algún punto indeterminado del futuro cercano.

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Una pregunta habitual dentro de la comunidad de Bitcoin es si el temor a una hiperinflación inminente está atrayendo nuevamente las inversiones a bitcoin. ¿El reciente aumento de precio de bitcoin es una confirmación de que la teoría de la cobertura contra la inflación, que muchos comentaristas han descartado, volvió a estar en juego?

Vincular la causa y el efecto en los mercados es una tarea sin sentido, especialmente para alguien que entrevista expertos pero que no es uno. Pero igual vamos a intentarlo.

En primer lugar, ¿por qué la teoría de la cobertura contra la inflación perdió credibilidad? Bueno, la gente fue testigo de un rápido aumento de la inflación a finales de 2021 y principios de 2022, justo cuando el precio de bitcoin cayó bruscamente. Es decir, bitcoin no fue una cobertura contra la inflación. Muchos críticos de Bitcoin se deleitaron al poder quejarse de esto, y la frase tl;dr —en español significa que algo es muy largo de leer y que llevaría mucho tiempo— respecto de todos los artículos y las entrevistas fue “Te lo dije”. Pero algunos seguidores de bitcoin, como Steven Lubka, se mantuvieron firmes en su convicción. Estábamos experimentando una inflación de precios por las turbulencias en la cadena de suministro provocadas por varios factores, especialmente por la reapertura mundial tras la pandemia del COVID-19. No existía inflación monetaria, por lo que la idea de que bitcoin podría actuar como un salvavidas en medio de la devaluación del dólar estadounidense aún podría ser cierta.

Además, la caída del precio de bitcoin se debió, en parte, a la divulgación del fraude y apalancamiento de empresas como FTX, Celsius, Luna y otras. Bitcoin recibió un golpe mientras el mundo perdía la fe en las criptomonedas, pero tal vez solo de manera temporal antes de volver a comprender el valor, y las diferencias, entre un activo de dinero sólido como bitcoin y otras inversiones.

El precio de bitcoin sube

Y bien, ¿qué hay del reciente aumento de precios de bitcoin? ¿Está vinculado a la inflación monetaria? La valoración de bitcoin repuntó bruscamente alrededor del 9 de enero. En ese momento, la Fed estaba planeando otra suba de tasas de interés. Se hablaba de enfriar la inflación, de una “contracción cuantitativa” y de que el aumento de bitcoin era un rebote del gato muerto.

Si bien muchos expertos han expuesto en mi programa los significativos riesgos sistemáticos del sistema financiero, no creo que las personas que invirtieron en bitcoin a principio de año pronosticaran un inminente desplome económico que necesitara una nueva ronda de impresión de dinero. Tal vez fue un espejismo de enero pero mientras la economía mostraba signos de problemas, los analistas predijeron que el peor caso posible era una breve recesión.

Mi punto de vista en ese momento era que la apreciación del precio de bitcoin en el nuevo año era un retroceso del enloquecedor drama del 2022. Muchos pensaban que el precio de bitcoin había tocado fondo y que era un buen momento para invertir.

En cambio, la suba del precio de bitcoin de principios de marzo se siente diferente. Entre los colapsos bancarios más importantes de la historia de Estados Unidos, Silicon Valley Bank necesitaría US$2 billones de nuevo dinero de parte de la Fed. Y si a esto le sumamos la caída de Credit Suisse, uno de los bancos más antiguos del mundo enfocado en el nexo del sistema bancario global, tenemos la receta perfecta para que la gente buscara una salida del dólar estadounidense.

Los expertos no saben

La actual crisis bancaria tiene a todos los que hacen oídos sordos intentando entender la situación.

Recordemos, por ejemplo, a las dos ex figuras políticas destacadas  que conducen uno de los podcasts más populares del Reino Unido (“The Rest is Politics”). Uno de los presentadores, quien se había postulado para primer ministro, relató una conversación que había tenido con un bancario experimentado que admitió: “Estos bancos son tan grandes y complicados que nadie los entiende. Literalmente nadie”.

Y, luego, tenemos el último Informe Económico del Presidente de la administración de Biden que establecía: “El dinero soberano no tiene un valor fundamental o intrínseco”. Y eso es un terrible reconocimiento. En otras palabras, el dólar estadounidense se basa en la confianza y cuando esa confianza comienza a perderse, como ya hemos visto en crisis anteriores, todo puede convertirse en una gran avalancha.

Las famosas caídas de los mercados de acciones son simplemente eso: un desplome repentino y abrupto desde un punto máximo hasta tocar fondo. Tal como la analista de inversiones Lyn Alden expresó en su último newsletter: “US$17,6 billones en depósitos están respaldados por solo US$3 billones en efectivo, de los cuales quizás US$0,1 billón sea efectivo físico”. Ese papel físico necesita encenderse.

Durante una conferencia de prensa de la semana pasada, el presidente de la Fed, Jerome Powell, sugirió que la fusión entre UBS y Credit Suisse parecía haber caído bien en los mercados, pero luego invalidó su propio comentario cuando agregó “hasta ahora”. Cuando la gente como Powell, que se supone que debe transmitir confianza y no tener pelos en la lengua, manifiesta incertidumbre sobre la actual turbulencia bancaria, es lógico sugerir que los inversores astutos también sientan el peligro y busquen refugios seguros.

Mientras escribimos esto, la situación dio un ligero vuelco: las acciones bancarias repuntaron y la suba del precio de bitcoin se estancó. Sin embargo, esto parece como un ajuste temporal a corto plazo en un contexto de una tendencia a más largo plazo: las monedas fiduciarias están subiendo y bitcoin, sujeto a la aceptación, es una alternativa viable. Claro que esto no evitará que los haters sigan haciendo comentarios, pero los seguidores de bitcoin están bien armados para bloquear los efectos.

Características básicas de bitcoin

Aquellos que antes de la crisis bancaria ya conocían las propiedades de bitcoin, como su oferta limitada y la resistencia a ser embargado, estaban un paso adelante. Podríamos discutir sobre qué es lo que provoca los movimientos de mercado, pero en las dos semanas desde que Silicon Valley Bank colapsó, bitcoin subió 37%. Tal aumento de valor de un activo escaso mientras se ponía un fin abrupto a una contracción cuantitativa cuenta una historia obvia.

Nada de esto debería ser una sorpresa. Presentarse como un depósito de valor confiable es una de las principales propuestas de valor de Bitcoin. Así lo decía Satoshi: “El problema de raíz con las monedas convencionales es toda la confianza que se necesita para que funcione. Hay que confiar en el banco central para que no devalúe la divisa, pero la historia de las monedas fiduciarias está repleta de quiebres a esa confianza. Hay que confiar en los bancos para que almacenen nuestro dinero y lo transfieran electrónicamente, pero ellos lo prestan en oleadas de burbujas de crédito con apenas una fracción en reserva”.

Pero incluso Satoshi no era Nostradamus. Él solo fue un historiador económico y un inventor que entendió los problemas de raíz dentro de un sistema de reserva fraccionaria y creó una herramienta para proteger a los que quedaban afuera. Su diseño de bitcoin se basó en principios básicos sencillos: escasez, política monetaria fija y auditabilidad. Y estos principios básicos sencillos devolvieron la confianza al ámbito del dinero en un sistema sin confianza con reglas justas y transparentes que todos debían cumplir.

Bitcoin nunca fue una solución en tiempo real al problema de la inflación. Tal como sucedió con la famosa apuesta de Michael Burry en el mercado inmobiliario, bitcoin recompensó a aquellos que se prepararon de antemano para el caos financiero. Si se le toma el tiempo al mercado de manera adecuada, entonces se cubrirá perfectamente la inflación. Pero si se ignoran las señales de advertencia y se espera demasiado, entonces mala suerte.

Como activo monetario inelástico, bitcoin pasa por sus propios ciclos de miedo y codicia. Por lo tanto, quienes no escucharon las advertencias de sus extraños amigos de bitcoin y se dejaron llevar por el sentimiento de no quedarse afuera mientras BTC marcaba nuevos máximos se encontraron en problemas cuando el activo se sobrecompró. Por otro lado, quienes invirtieron en bitcoin de manera sensata durante los períodos de calma mientras el sistema financiero se extendía a sí mismo se vieron protegidos cuando la máquina de imprimir dinero se volvió loca.

¿Es muy tarde para que te sumes a bitcoin? Es poco probable. ¿Habrá más problemas en la economía? Sin dudas. ¿Esto provocará más rescates? Claro que sí. ¿Bitcoin se beneficiará? Es muy probable. De hecho, las propiedades de reserva de valor de bitcoin están volviendo a resonar entre los inversores que se preguntan cómo superar estos tiempos complicados. ¿La situación económica podría empeorar rápidamente? Es bastante probable, pero quién sabe. El sistema financiero es la clásica teoría del caos. Las predicciones fallan, una y otra vez.

Todos sentimos que el sistema se golpeará contra la pared en algún momento. Sin embargo, tal como me dijo hace poco la fundadora del banco Custodia, Caitlin Long: “Solo que no sabemos cuándo”. Podría ser hoy, la semana que viene, el año que viene o en 2033. No compro bitcoin hoy por lo que podría suceder mañana, compro bitcoin hoy por lo que podría suceder en 2033.

Presentamos a Balaji

Cuando la situación económica de verdad se deteriore rápidamente, ¿cuál será el impacto sobre bitcoin? Balaji Srinivasan hace poco apostó que bitcoin podría alcanzar US$1 millón el 17 de junio. Sí, el 17 de junio de este año. Y seré honesto: no estoy seguro sobre qué mecánica de trading real se necesita para permitir un aumento masivo y repentino en el valor, pero requeriría ingresos de capital significativo en bitcoin en un momento en el que las instituciones están ahogando las puertas de acceso.

No obstante, es evidente que más personas se sienten atraídas por bitcoin a medida que se ven agotadas de la fragilidad de las monedas fiduciarias. Además, quienes necesitan bitcoin están accediendo a bitcoin. Hay adopción dentro de comunidades de los países en vías de desarrollo y en las periferias de los entornos desarrollados; es decir, entre los que más sufren de las divisas que pierden valor o colapsan. Si bien el uso de las stablecoins también está cada vez más extendido en estos lugares, las poblaciones parecen estar desarrollando rápidamente las habilidades técnicas necesarias para pasarse a bitcoin cuando sea necesario. Para muchos, bitcoin ya es una cobertura contra las monedas fiduciarias, incluso los sustitutos del dólar estadounidense.

De todas maneras, mi preocupación, como la de muchos seguidores de bitcoin, es que todavía no estamos listos para un mundo donde la predicción de Balaji sea acertada, y en el caso de que tenga razón, tenemos problemas mucho más importantes por los que preocuparnos. La adopción de bitcoin aún no es lo suficientemente amplia para proteger a aquellos que más lo necesitan o para proteger a la red misma de los ataques del gobierno (suponiendo que se convierte en un objetivo por la pelea de capital). Sí, la red seguirá produciendo bloques, pero asfixiar la red parece más un ataque predecible ahora que acumular hashrate.

Brinda cobertura a tu ignorancia

La idea de que bitcoin es una cobertura contra la inflación es un chiste en Occidente, y esto incluye a mi país natal en el Reino Unido donde las personas aún son bastante ignorantes en cuanto a bitcoin. Lo que pasa es que saben muy poco o tienen una impresión equivocada, entonces lo miran con desconfianza o lo descartan como si fuera dinero para los delincuentes. Conocer y entender bitcoin es tomar conciencia de que existe una versión alternativa de dinero. Quienes no poseen bitcoin, también conocidos como “nocoiners”, deben atravesar un abismo de acumulación de conocimiento que no debemos subestimar.

No es exagerado afirmar que la gente puede hacer una clara distinción en su vida antes y después de entender Bitcoin. Sin embargo, al intentar explicar a otros la profundidad de esta comprensión en países desarrollados se corre el riesgo de sonar como alguien que cayó en las garras de un culto. La gente responde levantando una ceja o haciendo gestos de desaprobación.

Muchas personas parecen saber tan poco sobre los serios riesgos que hay en el sistema económico como sobre bitcoin. Y muy pocos están dispuestos a dejar su fortuna en manos de un activo escaso, incluso si pueden ver el tipo de catástrofe económica que les espera. Nada de esto invalida la teoría de que bitcoin es una cobertura contra la inflación, solamente pone de relieve que cambiar un paradigma —especialmente uno protegido por una resistente fuerza centralizadora de interés propio— lleva tiempo.

Un cambio en la inercia necesita una fuerza descomunal desde afuera, algo que sacuda las narrativas dominantes. Bitcoin nació durante una crisis y podría necesitar otra crisis, o muchas más, para que las personas entiendan por qué necesitan una reserva de valor y por qué deberían considerar a bitcoin. Ya sea por diseño o accidente, el ciclo de halving cada cuatro años podría ser el dispositivo de marketing incorporado en bitcoin. Cuando estos ciclos de reducción a la mitad se alinean con una crisis económica, logramos “la adopción por otros colapsos”.

Por lo tanto, mi preocupación más importante es si bitcoin se utilizará como cobertura contra la inflación por aquellos que más lo necesitan en el mundo. Una cobertura requiere comprensión, previsión y planificación, y en mi opinión, muchas personas no están prestando atención a las señales de advertencia, como la rana que se relaja en su adorable olla con agua tibia.

Lamentablemente, los que más se beneficiaron del efecto Cantillon pueden estar mejor posicionados para aprovechar la utilidad de reserva de valor de Bitcoin que aquellos que, una vez más, se llevan la peor parte de la mala gestión financiera. Una gran parte de las personas a las que Bitcoin debería proteger quedará a la deriva.

Más suerte

Se necesita más educación y me emociona ser parte de ese proceso. Sin embargo, como me comentó Sergej Kotliar de Bitrefill recientemente: es muy poco probable que podamos darles a todos la pastillita naranja, o como se conocen en inglés, “Orange Pill”. Sus abordajes sobre la creciente adopción son mucho más pragmáticos: apela a las necesidades de la gente y comercializa la utilidad técnica de la red de Bitcoin. “Bitcoin es una herramienta y un movimiento”, señaló.

Al igual que ocurrió con Internet, la adopción tecnológica generalizada se da por los beneficios prácticos que otorga a los usuarios. La gente tiene preocupaciones diarias sin muchas vueltas, y nosotros debemos apelar a esas necesidades actuales, no solo al miedo de fuerzas desconocidas. Por ejemplo, vender el uso de bitcoin como una forma de pago más rápida y económica (también conocida como dinero de Internet). Llegado el momento, esta puede ser otra forma de lograr que las personas adopten bitcoin, y donde las funciones de dinero sólido vienen como un extra.

Pero es mucho más que eso. La belleza de bitcoin es que tiene una gama cada vez más amplia de roles sociales: dinero de la libertad, dinero de Internet, dinero para enemigos y comprador de energía de primer y último recurso. Todos estos tienen enormes ramificaciones sociales positivas. El rol de los educadores es entender las preocupaciones de las diferentes audiencias y monetizar el uso de bitcoin a través de argumentos específicos que se apliquen a cada cual. A veces esto será ideológico, otras será técnico y otras incluirá a los dos.

O en las breves palabras de Margot Paez: “La adopción de Bitcoin será complicada si no tenemos a los embajadores adecuados”. Si Bitcoin es para todos y así queremos promocionarlo, necesitamos grupos de personas que representen a los sectores más amplios de la sociedad.

Entonces, pienso que la pregunta no es si bitcoin y la teoría de la cobertura contra la inflación pueden vincularse; obviamente sí. En un mundo cada vez más plagado de problemas de confianza, el mejor activo es aquel que se basa en una escasez conocida e inmutable y que se valida a través de un sistema descentralizado y sin confianza.

No, la pregunta principal que tengo en mente es cómo podemos hacer más fácil la transición a un nivel de adopción lo más amplio posible.

Una adopción lenta pero constante sería mejor que un choque brusco y repentino, dado que este último conlleva riesgos significativos: destrucción generalizada de valor, gente amargada por aquellos que tienen bitcoin y el riesgo de incautación de parte del gobierno. Y, obviamente, es mucho mejor contar con bitcoin antes de una crisis que tener que aprender en medio de una.

Así que esperemos que el valor de bitcoin no alcance el US$1 millón en los próximos meses y que el crecimiento se mantenga a un ritmo constante.

Este artículo fue traducido por Natalia Paulovsky.

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